Espero que hoy, como cada jueves, te hayas despertado antes que yo.
Lo espero ya no sé si más por ti que por mí.
Voy a saltar. Hoy es el día, y lo haré si no te veo.
Sé que si me mato te mueres conmigo, y que si no lo hago hoy, lo haré mañana.
Pero algún día saltaré, con o sin ti.
Así que si hoy no es el día de nuestro suicidio, más vale que ya estés vestido
y corriendo hacia mi ventana, porque pienso hacerlo en pijama, y no voy a esperarte.
Si estás quizá charlemos un rato, quizá te invite a desayunar o quizá me despida
de tí para siempre.
Y no es una amenaza, pero...
¿Estás despierto ya? ¿Sí? ¿Ahora quién te asegura que yo siga durmiendo?